Con la segunda vela de adviento la comunidad educativa de la escuela Madre Mazzarello inicia esta semana de labor, pidiendo a Dios que cada corazón sea una cuna para el niño que va a nacer, que pueda encontrar una morada de la que no salga jamás.
Motivando en la oración de esta mañana la coordinadora de pastoral Clara Elena a preparar el camino y ver con generosidad a Jesús en los demás para que en todo momento se escuche la voz que clama y llama a convertirse, cambiando esas actitudes que no permiten la entrada del Salvador.
Es tiempo de cambiar y decir ¡Maratha!
Rossi A. Vargas
ECOS